Durante los últimos 3 años mi trabajo fotográfico se ha centrado en la diversas formas de representación de la ciudad. He desarrollado mi búsqueda fundamentalmente a partir de la noción de deriva, pues la considero una potente herramienta de aproximación y experimentación sobre el tejido urbano. De esta forma, la deriva me ha permitido transitar ciudades (de Lijiang y Canton en China, a Lima en Perú, pasando por Marsella y Barcelona), pasar por sus diversos espacios y en diferentes momentos, rescatando gracias a ello tanto sus aspectos más evidentes u oficiales, como aquellos implícitos o marginales. Esta exploración me ha permitido observar e involucrarme en las dinámicas que animan y le dan vida a estas urbes constatando, gracias a ello, que “la” ciudad no existe, que solo hay una multiplicidad de formas de vida conviviendo, cruzándose e interfiriéndose continuamente. “La” ciudad, como el “mapa” que la define, es solo una abstracción útil, una “instantánea trascendente” que oculta la vitalidad inmanente que anima su existencia. En las dos series que presento a continuación he asumido una posición nómada y he descifrado la ciudad como territorio a explorar o como jeroglífico, es decir, como un “espacio intermedio”.

 

La serie “Flâneurs”, realizada en Barcelona, expresa una mirada extranjera orientada a descifrar los signos singulares de aquella ciudad ajena. En este trabajo fotográfico me convertí en voyeur de unos caminantes lejanos, completamente extraños y desconocidos. No me interesaba saber de dónde venían ni a dónde iban, tampoco por qué estaban donde estaban en aquel momento; mucho menos trazar un mapa de su recorrido. El único interés de esta serie es captar el “entre”, retratar el pasaje o umbral en el que todos nos encontramos cuando nos insertamos en alguno de los flujos que animan una calle, una avenida o una plaza. Estos caminantes posmodernos, desprovistos de toda finalidad (telos), funcionaron para mi en aquel momento como metáfora o expresión analógica de la existencia humana y no humana en general: sin origen ni fin, la vida como puro devenir, inocente y transitoria.

 

En esta seriee he intentado asumir el rol de un observador “externo” o, dada la imposibilidad lógica de alcanzar dicha posición, al menos he buscado adoptar una mirada distante. en “Flâneurs” son los personajes anónimos que transitan la ciudad los que asumen el papel protagónico. Esta serie, por tanto, puede entenderse también como una reflexión sobre el tiempo que habitamos (y que nos habita).

 

 

* Ficha técnica

 

Fotografía digital 

Blanco y negro

Medidas variables