art-based philosopher
CONFERENCIAS
Antes de comenzar con la lectura de mi ponencia quiero felicitar a los organizadores de este evento por la publicación del tercer número de la Revista Kaypunku y por la creación de este espacio para el intercambio de ideas. La actividad fotográfica ha crecido significativamente en los últimos años en nuestro país –en Lima particularmente–, pero esto no quiere decir que también se haya complejizado. El ámbito de la fotografía está desarrollándose –al igual que otras esferas de las industrias culturales (por ejemplo el cine, las artes plásticas o la educación)– como negocio, por lo tanto como posibilidad comercial y profesional; pero nunca, o muy poco, como reflexión. Lastimosamente, esta carencia refuerza prejuicios y estereotipos que nos impiden tener una experiencia crítica del que ha sido y es un medio crucial en la conformación de nuestras representaciones de la realidad y, por tanto, en la constitución del mundo que habitamos. Estoy convencido de que este ciclo de conferencias contribuirá significativamente a abrir un espacio aún inexistente en nuestro medio para la teoría fotográfica.
Por una teoría de la dislocación. Apuntes sobre el pensamiento y las instituciones
Nietzsche decía que toda cultura puede entenderse como un proceso de domesticación. Deleuze, un siglo después, que los seres humanos no nos cansamos de aprisionar la vida. Y Esteban de la Boitié, allá por el siglo XVI, que los individuos incluso llegamos a desear voluntariamente nuestra propia servidumbre. Podríamos escribir un libro completo con afirmaciones que sostengan que, de forma semejante, la condición humana está siempre, de alguna manera, engrilletada. Pero, ¿es posible pensar lo humano fuera del ancla?
[Conferencia presentada en el II Encuentro de Artes Visuales en la Facultad de Arte de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2014]
La poética del yo. Cartografía de una ética estética y terapéutica
Hace algunos años, mientras leía un libro que recopila entrevistas breves a Michel Foucault, me topé con un concepto que me cautivó y que a la postre modificaría mi forma de ver la filosofía y, con ello, mi propia vida. Foucault hablaba sobre la manera en que los griegos habían experimentado el fenómeno ético y afirmó que este debía entenderse como una “estética de la existencia”. La expresión me fascinó, pues realizaba una síntesis no muy frecuente entre ética y estética, entre el arte y la vida.
[Ponencia leída en el marco del IX Congreso de Estudiantes de Filosofía, PUCP, 2013)]
Melancolía. O la belleza en la catástrofe
Nuestra forma de interpretar la realidad está condicionada por diversos factores, tanto materiales como ideológicos. Incluso más, nuestra percepción natural, nuestra mirada, varía en función de las coordenadas históricas y geopolíticas en las que nos ha tocado constituirnos como sujetos. La manera en que observamos hoy el mundo es deudora del auge de una tecnología relativamente joven: la fotografía. A lo largo de los últimos 150 años aproximadamente hemos sido testigos del fantástico despliegue de esta máquina, despliegue que paulatinamente ha ido colonizando los diferentes espacios de la vida humana sobre el planeta Tierra. Ya sea como arte o técnica, como documento o expresión, como profesión o pasatiempo, como fin o medio, la fotografía hoy se ha vuelto omnipresente
[Ponencia leída en el marco del Congreso Internacional sobre cine, filosofía y psicoanálisis: "Imágenes de (fin de) mundo: El Árbol de la Vida y Melancolía" (organizado por el Centro de Estudios Filosóficos de la PUCP, el Círculo Junguiano del Perú y la Sociedad Peruana de Psicoanálisis. 2012)]
Árboles y rizomas. Hacia una filosofía popular
Las crisis por las que atravesamos los individuos a lo largo de nuestra vida, pueden ser expresión de crisis que se están dando a una escala mayor, en un ámbito que trasciende lo subjetivo o psicológico. El objetivo de la primera parte de mi presentación es poner en relación tres crisis que aparentemente no tienen ningún tipo de vínculo entre sí, pero que, en el fondo, pueden entenderse como manifestaciones o síntomas de un mismo movimiento de transformaciones epocales. Me refiero, en primer lugar, a la crisis que atraviesa la cultura debido al surgimiento y desarrollo de las tecnologías de la comunicación y de la información, las redes; en segundo lugar, a la crisis que atraviesa actualmente la filosofía, como discurso e institución, en su intento de responder a su tiempo; y, finalmente, a mi propia crisis. Así, a partir de la narración de tres acontecimientos cruciales en mi biografía reciente, intentaré mostrar que el proceso de desestructuración al que fui poco a poco arrastrado, fue deudor de los procesos de mutación por los que está atravesando la cultura e, inevitablemente, la filosofía.
[Ponencia leída en el marco del Congreso Internacional “Redes de la Filosofía. Filosofía en las redes” (Pontificia Universidad Católica del Perú, 2012)]
¿Qué significa “criticar”? Repensar el concepto de “crítica” y su posible aplicación en el contexto de las sociedades contemporáneas
La filosofía a través del tiempo siempre ha sido un discurso crítico. De una u otra manera, y a pesar de las grandes diferencias históricas y sistemáticas, gran parte de los filósofos más importantes de la tradición han desarrollado su pensamiento partiendo de un mismo presupuesto: los seres humanos comunes y corrientes vivimos engañados. Por ello, la función del filósofo sería ayudarnos a reconocer nuestra ceguera, empujándonos así hacia el camino de la verdad. De aquí que el carácter de la filosofía sea, en principio, subversivo y contra fáctico. Se propone como tarea, entonces, modificar el estado de cosas en el que vivimos porque este reproduce y mantiene las formaciones de poder que nos someten y consolida la falsa conciencia que estas generan en nosotros. La liberación, por tanto, es su principal objetivo.
[Ponencia leída en el marco del Congreso “El poder y sus transformaciones. Una mirada psicoanalítica” (Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima, 2012)]